30 de noviembre de 2011

Teorías del lenguaje:

AUTOR    TEORÍA

JEAN PIAGET    Piaget destaca la prominencia racional del lenguaje y lo asume como uno de los diversos aspectos que integran la superestructura de la mente humana. El lenguaje es visto como un instrumento de la capacidad cognoscitiva y afectiva del individuo, lo que indica que el conocimiento lingüístico que el niño posee depende de su conocimiento del mundo.
Su estudio y sus teorías se basan en las funciones que tendría el lenguaje en el niño. Para Piaget las frases dichas por los niños se clasifican en dos grandes grupo: las del lenguaje egocéntrico y las del lenguaje socializado; estas a su vez se dividen en las siguientes categorías:
•    Lenguaje Egocéntrico: Repetición o Ecolalia.
El monólogo.
El monólogo colectivo.
•    Lenguaje Socializado: La información adaptada.
La crítica.
Las órdenes, ruegos y amenazas.
Las preguntas.
Las respuestas.

LENGUAJE EGOCÉNTRICO:
Se caracteriza porque el niño no se ocupa de saber a quién habla ni si es escuchado.  Es egocéntrico, porque el niño habla más que de sí mismo, pero sobre todo porque no trata de ponerse en el punta de vista de su interlocutor.  El niño sólo le pide un interés aparente, aunque se haga evidente la ilusión de que es oído y comprendido.
1.    Repetición o Ecolalia: el niño repite sílabas o palabras que ha escuchado aunque no tengan gran sentido para él, las repite por el placer de hablar, sin preocuparse por dirigirlas a alguien. Desde el punto de vista social, la imitación parece ser una confusión entre el yo y el no-yo, de tal manera que el niño se identifica con el objeto imitado, sin saber que está imitando; se repite creyendo que se expresa una idea propia.
2.    El monólogo: el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a nadie, por lo que estas palabras carecen de función social y sólo sirven para acompañar o reemplazar la acción. La palabra para el niño está mucho más ligada a la acción que en el adulto. De aquí se desprenden dos consecuencias importantes: primero, el niño está obligado a hablar mientras actúa, incluso cuando está sólo, para acompañar su acción; segundo, el niño puede utilizar la palabra para producir lo que la acción no puede realizar por sí misma, creando una realidad con la palabra (fabulación) o actuando por la palabra, sin contacto con las personas ni con las cosas (lenguaje mágico).
3.    Monólogo en pareja o colectivo: cada niño asocia al otro su acción o a su pensamiento momentáneo, pero sin preocuparse por ser oído o comprendido realmente. El punto de vista del interlocutor es irrelevante; el interlocutor sólo funciona como incitante, ya que se suma al placer de hablar por hablar el de monologar ante otros. Se supone que en el monólogo colectivo todo el mundo escucha, pero las frases dichas son sólo expresiones en voz alta del pensamiento de los integrantes del grupo, sin ambiciones de intentar comunicar nada a nadie.

LENGUAJE SOCIALIZADO:
1.    La Información Adaptada: el niño busca comunicar realmente su pensamiento, informándole al interlocutor algo que le pueda interesar y que influya en su conducta, lo que puede llevar al intercambio, la discusión o la colaboración. La información está dirigida a un interlocutor en particular, el cual no puede ser intercambiable con el primero que llega, si el interlocutor no comprende, el niño insiste hasta que logra ser entendido.
2.    La crítica y la Burla: son las observaciones sobre el trabajo o la conducta de los demás, específicas con respecto a un interlocutor, que tienen como fin afirmar la superioridad del yo y denigrar al otro; su función más que comunicar el pensamiento es satisfacer necesidades no intelectuales, como la combatividad o el amor propio. Contienen por lo general, juicios de valor muy subjetivos.
3.    Las órdenes, ruegos y amenazas: el lenguaje del niño tiene, principalmente, un fin lúdico. Por lo tanto, el intercambio intelectual representado en la información adaptada es mínimo y el resto del lenguaje socializado se ocupa, principalmente, en esta categoría. Si bien las órdenes y amenazas son fáciles de reconocer, es relevante hacer algunas distinciones. Se les denomina "ruegos" a todos los pedidos hechos en forma no interrogativa, dejando los pedidos hechos en forma interrogativa en la categoría preguntas.
4.    Las Preguntas: la mayoría de las preguntas de niño a niño piden una respuesta así que se les puede considerar dentro del lenguaje socializado, pero hay que tener cuidado con aquellas preguntas que no exigen una respuesta del otro, ya que el niño se le da solo; estas preguntas constituirían monólogo.
5.    Las respuestas: son las respuestas dadas a las preguntas propiamente dichas (con signo de interrogación) y a las órdenes, y no las respuestas dadas a lo largo de los diálogos, que corresponderían a la categoría de "información adaptada". Las respuestas no forman parte del lenguaje espontáneo del niño: bastaría que los compañeros o adultos hicieran más preguntas para que el niño respondiera más, elevando el porcentaje del lenguaje socializado.

En conclusión el lenguaje egocéntrico va disminuyendo con la edad. Hasta la edad de 7 años, los niños piensan y actúan de un modo más egocéntrico que los adultos.

El porcentaje del lenguaje egocéntrico depende de la actividad del niño como de su medio ambiente. En general, el lenguaje egocéntrico aumenta en actividades de juego (especialmente el de imaginación) y disminuye en aquellas actividades que constituyan trabajo. Con respecto al medio social, el lenguaje egocéntrico disminuirá cuando el niño coopere con otros o cuando el adulto intervenga sobre el habla del niño, exigiendo el diálogo.

EDADES: Para Piaget los en los niños menores de 7 años sólo existe comprensión en la medida que se encuentren esquemas mentales idénticos y preexistentes tanto en el que explica como en el que escucha.
Después de los 7 u 8 años del niño, cuando comienza su verdadera vida social, comienza el verdadero lenguaje

ENFOQUE COGNITIVO:
Posición Constructivista: Las estructuras de la inteligencia incluyen el desarrollo del lenguaje. El sujeto tienen un papel activo en el desarrollo de la inteligencia, en la construcción cognitiva, si un sujeto no interactúa no desarrolla la inteligencia ni el lenguaje.
Piaget ha denominado etapa de las operaciones concretas al período que va de los siete a los once años de edad. El niño en esta fase se caracteriza por la habilidad que va adquiriendo con la percepción de los distintos aspectos o dimensiones de una situación y el entendimiento de cómo tales aspectos o dimensiones se relacionan. El pensamiento presta ahora más atención a los procesos que a los estados. Tales cambios capacitan al niño para manipular conceptos, especialmente si las cosas e ideas que éstos implican no son ajenos a su realidad.
Del mismo modo, el habla del niño se hace menos egocéntrica en la medida en que aumenta en él la necesidad de comunicarse y la obligación de reconocer la importancia de su oyente. Esta situación es diferente de la que verbalmente se caracteriza el niño en la etapa anterior o pre-operacional (de 4 a 7 años), en la que el niño trata de satisfacer más sus propias necesidades verbales que las de su oyente. La mayor parte del habla de un niño en esta fase no tiene, según Piaget, intención comunicacional. Así, la actuación verbal tiende a ser repetitiva o de monólogo individual o colectivo.
Las etapas de Piaget son las siguientes:
1.   
2.    Etapa sensorio-motora (0 a 24 meses):
•    Es anterior al lenguaje.
•    Se contempla la existencia de un período holofrástico, e incluso el final de la misma dada por las primeras manifestaciones simbólicas.
3.    Etapa Preoperativa (2 a 7 años):
•    Los esquemas comienzan a ser simbolizados a través de palabras (habla telegráfica).
•    La última parte de esta etapa supone el surgimiento de la socialización.
•    El lenguaje alcanza un grado de desarrollo notorio. Aparición de las primeras oraciones complejas y uso fluido de los componentes verbales.
4.    Etapa de Operaciones Concretas (7 a 12 años):
•    Adquisición de reglas de adaptación social.
•    Se aprende que es posible transformar la realidad incluso a través del lenguaje.
5.    Etapa de Operaciones Formales (12 a 15 años):
•    Surgen verdaderas reflexiones intuitivas acerca del lenguaje, juicios sobre aceptabilidad y/o gramaticalidad de oraciones tratándose de una intuición consciente.

JAKOBSON    No está de acuerdo con las etapas, ya que considera que las vocalizaciones en el período prelingüístico no tienen relación con las de las primeras palabras y su subsiguiente desarrollo fonológico.
Observa un período silencioso entre las dos etapas.

JESPERSEN    Considera el balbuceo como una exploración de los sonidos que hacen los niños, pero el habla como una forma nueva y se trataba de la ejecución de otro tipo de sonidos.

MOWRER    Con una visión más conductista considera que el balbuceo estaba compuesto pro todos los sonidos posibles de la fonación natural y que debido al contacto con los adultos del entorno, sólo se reforzaban y permanecían los sonidos de las propias lenguas.

LOCKE    Observó que el 95% de los balbuceos a los 11 meses se basan en 12 consonantes; p, t, k, b, d, g, m, n, s y las semivocales w y j o la aspirada h, y que la estructura CV, generalmente repetida, era predominante.

BARRERA LINARES    Partiendo de que el hombre nace para hacer uso del lenguaje y construir el pensamiento y que gracias a ello es lo que es, para Linares es más pertinente considerar todo el proceso como un solo y único período en la vida, caracterizado eso si por varios estados particulares:
1.    Estado Inicial de interacción con el medio (y reconocimiento del mismo), más o menos pertinente a los tres primeros meses de vida (y aquí la edad no es más que una referencia pedagógica) y asociado a la emisión del llanto y el gorjeo.
2.    Estado de activación del Dispositivo para la Adquisición del Lenguaje (DAL), correspondiente a lo que tradicionalmente ha sido considerado como el período de balbuceo.
3.    Estado correspondiente a las primeras conformaciones simbólicas de la realidad, a partir de la doble articulación del lenguaje (primeros signos lingüísticos, centrados en la recreación de referentes propios del ambiente físico y de la conducta de los adultos).
4.    Estado de la consolidación de la gramática básica de la lengua particular que se está adquiriendo, relacionado con todos los componentes formales y funcionales del lenguaje.
5.    Estado de la instauración de las estructuras más complejas de la lengua materna, también inherente a los distintos componentes formales y funcionales, pero con particular énfasis en el inicio del dominio de las reglas pragmáticas, generadas sobre la base del incremento de intercambio verbal con miembros de la comunidad lingüística distintos a los del entorno familiar.
6.    Estado de consolidación y reajuste de las competencias pragmáticas y discursivas, marcado por un acceso a los niveles más abstractos del lenguaje (formas discursivas variadas y complejas).

Cada estado implica la preparación de las condiciones sociolingüísticas y cognoscitivas requeridas como mínima base para el paso siguiente. Todos serían acumulativos, no excluyentes, ni evitables. También es probable que a partir de del segundo, cada estado se relacione de manera relevante con algún orden discursivo específico.

STERN Y STERN (1.907), LEOPOLD (1934 – 3949), MONTES GIRALDO (1.971, 1.974) Y HERNÁNDEZ PINA (1.984)    ESTUDIOS DIARISTAS: Los trabajos de este período se caracterizan por las llamadas "biografías de bebés", elaboradas por sus propios padres. Se distinguen por ser altamente subjetivos sin orientación teórica específica. No se atiende mucho a las condiciones particulares del ambiente. Para ellos la lengua se desarrolla a partir de ciertas condiciones estimuladas por la influencia del medio.

SMITH (1.926)    Orientado hacia la longitud oracional y la medición del vocabulario.

HALLIDAY    Para Halliday la adquisición de una lengua consiste en el dominio progresivo del potencial funcional, que se incrementa hasta una tercera etapa, en el cual se registran ya funciones características del lenguaje adulto.
Esta teoría se basa en que el significado es un factor determinante de los inicios del lenguaje infantil, en que los procesos interactivos son quienes explican este lenguaje. El significado y el proceso netamente interactivo constituyen los dos pilares en que se sustenta esta teoría, por lo que Halliday concluye que las condiciones en que aprendemos la lengua, en gran medida están determinados culturalmente. Se conoce como parte de la psicología social.

El aprendizaje de la lengua consiste en el dominio progresivo de las macrofunciones o funciones básicas señaladas y la formación de un potencial semántico con respecto a cada uno de tales componentes funcionales.
Propone siete alternativas básicas en la etapa inicial del desarrollo lingüístico de un niño normal:
1.    Instrumental: "yo quiero", para la satisfacción de necesidades materiales.
2.    Regulatoria: "haz como te digo", para controlar el comportamiento de otros.
3.    Interaccional: "tu y yo", para familiarizarse con otras personas.
4.    Personal: "aquí estoy yo", para identificarse y expresarse a sí mismo.
5.    Heurística: "dime por qué", para explorar el mundo circundante y el interno.
6.    Imaginativa: "vamos a a suponer", para crear un mundo propio.
7.    Informática: "tengo algo que decirte", para comunicar nueva información.
Lo realmente importante no es que el niño haya adquirido esta o aquella función sino que haya internalizado el hecho de que el lenguaje sirve para esos propósitos, que sepa que es bueno hablar.

Halliday considera que el proceso de adquisición de una lengua, el individuo cumple tres fases:

1.    Primera Fase: (1 a 15 meses): Domina las funciones básicas extra-lingüísticas. Funciones que corresponden con usos de la lengua simple, no integrados y necesarios para la transición al sistema adulto, por considerarse universales culturales. Las funciones en esta fase son discretas y su aparición ocurre rigurosamente en el orden señalado. Desarrolla una estructura articulada en expresión y contenido. Los sonidos producidos no coinciden y los significados no son identificables.

2.    Segunda Fase: (16 – 22 meses): Transición del lenguaje del niño al primer lenguaje del adulto. Se divide en dos etapas:
•    La Macética o de "aprender": conjunción de las funciones personal y heurística, que se refiere al proceso de categorización y conocimiento del entorno.
•    La pragmática o de "hacer": en la que se conjugan la instrumental y la reguladora. El niño por medio del lenguaje satisface las necesidades básicas de comunicación y le sirve para conectarse con el medio ambiente. Significa el primer paso hacia el uso "informativo" de lengua. El diálogo, factor de importancia capital para la teoría de Halliday, implica formas puramente lingüísticas de interacción social y al mismo tiempo ejemplifica el principio general por el que las personas adoptan papeles, los asignan o rechazan los que se asignan.

3.    Tercera Fase (22 meses en adelante):El niño entra en una fase que supone la adecuación del lenguaje infantil a la lengua del adulto. Ya no se dará una correspondencia unívoca entre función y uso, se caracteriza por una pluralidad funcional. Aparecen tres nuevas funciones:
•    Ideativa: para expresar contenidos, producto de la experiencia del hablante y su visión del mundo real (utilización del lenguaje para aprender).
•    Interpersonal: opera para establecer y mantener las relaciones sociales.
•    Textura: es el mensaje lingüístico en sí mismo. Proporciona al hablante la posibilidad de utilizar adecuadamente los potenciales de significado y de organizarlos de modo coherente. Domina un sistema multi-funcional, ya que sabe como asignar los significados.


SKINNER    CONDUCTISTA: Sostiene que el lenguaje es una conducta adquirida en un proceso gradual de reracionamiento responsivo reforzado. Skinner ha reexaminado el campo de la actividad humana verbal basándose en conocimientos sólidamente a través de la minuciosa experiencia con animales y hombres. Su marco de referencia conceptual no hace especial hincapié en la noción de forma (como es tradición en estudios de tipo lingüísticos), sino sobre la función.

Skinner rechazó que el lenguaje se utilizara para comunicarse. En lugar de eso propuso que para entender el habla, la escritura y otros usos del lenguaje, primero que nada debían de reconocer que son formas de conductas. Más aun, propuso que la conducta verbal no es diferente en lo esencial de cualquier otra forma de conducta. La conducta verbal se aprende en términos de relaciones funcionales entre la conducta y los eventos ambientales, particularmente de sus consecuencias. Es el ambiente social lo que refuerza la conducta verbal.

Skinner, de igual manera, no afirmó nunca que el lenguaje pueda ser aprendido solamente a partir de la imitación del habla adulta. Tampoco proclamó la necesidad de que todas las emisiones infantiles sean reforzadas. Señaló que el lenguaje está considerado por unidades que pueden dar lugar a nuevas combinaciones. Skinner apuntó las limitaciones de los mecanismos generales anteriormente señalados para dar cuenta de la naturaleza productiva del lenguaje.

En Verbal Behavior, Skinner plantea que: La conducta verbal se caracteriza por ser una conducta reforzada a través de la mediación de otras personas, en la actividad del escucha. Las conductas del hablante y el escucha conforman juntas lo que podría denominarse un episodio completo.

De manera general se puede decir que Skinner:
1.    Reemplaza la idea de lenguaje como entidad (algo que la persona adquiere y posee) y como instrumento (herramientas para expresar ideas y estados mentales). La conducta verbal se estudia como cualquier otra conducta. Su particularidad es ser reforzada por sus efectos en la gente (primero en otra gente, pero eventualmente en el mismo hablante). Como resultado, está libre de las relaciones espaciales, temporales y mecánicas que prevalecen entre la conducta operante y las consecuencias no sociales.
2.    Se opone al mentalismo. Rechaza la concepción del lenguaje como usar palabras, comunicar ideas, compartir el significado, expresar pensamientos, etc. El lenguaje como conducta es objeto de estudio por su propio derecho, sin apelar a algo más.
3.    Se opone a la causalidad mecanicista del modelo de estímulo-respuesta. La conducta verbal es de tipo voluntario (operante), es seleccionada por sus consecuencias ambientales, y se investiga por análisis funcional, partiendo de la descripción de la contingencia de tres términos.
4.    La particularidad de la conducta verbal respecto a otras operantes, es que las consecuencias de la conducta del hablante están mediadas por otras personas. Las variables controladoras son sociales: la conducta de otros, controla la conducta verbal del hablante.
5.    En vez de considerar el lenguaje como un conjunto de palabras que refieren a objetos, el significado de las palabras se investiga en términos de las variables que determinan su ocurrencia en una instancia particular. El significado se comprende al identificar las variables que controlan la emisión.
6.    Propone el concepto de "conducta gobernada por reglas". Dentro de la conducta operante diferencia dos subclases: "conducta moldeada por las contingencias" (CMC) y "conducta gobernada por reglas" (CGR). La CGR ocurre cuando el individuo actúa de acuerdo a reglas explicitas, consejos, instrucciones, modelos de actuación, planes, máximas, etc.
7.    Las "reglas" son estímulos que especifican contingencias. De manera directa o por implicación de la experiencia previa, la regla especifica una consecuencia ambiental de ciertas conductas (por ejemplo: "quienes aprueban con 7 no rinden examen final"). Funcionan como estímulos discriminativos.
8.    El efecto de una regla sobre un individuo depende de la historia de aprendizaje de ese individuo respecto a la conducta (operante) de "seguir reglas". Una persona seguirá reglas en la medida en que la conducta previa en respuesta a estímulos verbales similares (reglas, consejos) haya sido reforzada. Por eso, la selección por consecuencia es central para la CGR, aunque de manera menos directa que en la CMC. La mayoría de las conductas humanas son producto tanto de contingencias como de reglas.


VIGTOSKY:    TEORÍA COGNOSCITIVA:
Sostiene que el lenguaje y el pensamiento están separados y son distintos hasta los dos años aproximadamente, tiempo a partir del cual ambos coinciden en un nuevo tiempo de compartimiento. En este momento el pensamiento empieza a adquirir algunas características verbales y el habla se hace racional, manipulándose como educto expresivo que es el pensamiento.

Vigotsky no solo examina el aspecto de las funciones desde el punto biológico, también cultural, tomando al lenguaje como una herramienta para el ser humano de comunicación social. Plantea que la palabra codifica la experiencia, la cual es producto del trabajo del hombre, la palabra se encuentra ligada a la acción y tiene un carácter simpráxico hasta transformarse en un sistema de códigos independientes de la acción. Para Vigotsky la palabra da la posibilidad de operar mentalmente los objetos, donde cada palabra cuenta con un significado específico para el contexto situacional.

Actos de habla: significado y fuerza ilocutiva.
Bibliografía: Acero, Bustos. Introducción a la filosofía del lenguaje Cátedra 1996

L. Wittgenstein fue el pensador que inició el giro de los estudios semánticos del lenguaje, que se podrían concretar en la pregunta ¿en qué consiste el significado, de una palabra, de una frase, de una oración? Hacia los estudios pragmáticos que quizás pudiésemos condensar en la cuestión ¿Cómo se usan tales y cuales palabras?
"El cuaderno azul" una de sus obras póstumas, se abre con nuestra pregunta inicial ¿Cuál es el significado de una palabra? Y responde: el problema filosófico de cuál pueda ser la naturaleza de los significados. Se trata de un pseudo problema: aténgase usted al uso o usos de las palabras, frases u oraciones que le atañen porque eso es lo único que importa, para comprender como es que un signo tiene vida.
La importancia que para el análisis filosófico ha demostrado posee la concepción del significado como uso ha sido incalculable.
Distingue, en lo que se refiere al uso de las palabras entre su gramática superficial "esa parte de su uso que uno diría, puede ser captada por el oído y su gramática profunda o gramática lógica que tiene que ver con las reglas que determinan cómo han de emplearse las palabras".

Teoría de los actos del habla (1911-60)


Fue J. Austin "How to do things with words" quien clasificó los actos del habla en locutivos, ilocutivos y perlocutivos.
[Cómo hacer cosas con palabras: Palabras y acciones (How to Do Things with Words). Barcelona: Paidós, 1982.]
Un acto locutivo es un acto consistente en decir algo. A su vez, todo acto de decir algo puede ser descompuesto en un acto fonético (emisión de sonidos) y un acto fáctico (esos sonidos se organizan acorde a un sistema gramatical) y un acto rético (esos sonidos se emiten con un sentido y una referencia, en el sentido de Frege)
Un acto ilocutivo a diferencia de un acto de decir algo, es un acto que se realiza al decir algo. Realizar un acto locutivo presupone realizar un acto ilocutivo.
Ejemplo: "El toro está a punto de embestir" es un acto locutivo en cuanto dice que un acto elocutivo, en cuanto avisa.
Un acto perlocutivo es un acto que uno realiza por el hecho de haber realizado un acto elocutivo, pero nada garantiza que todo acto ilocutivo vaya acompañado de un acto perlocutivo.

Filosofía del lenguaje
La filosofía del lenguaje es el estudio del lenguaje en sus aspectos más generales y fundamentales, como la naturaleza del significado, de la referencia, y la relación entre el lenguaje, los usuarios del lenguaje y el mundo. A diferencia de la lingüística, la filosofía del lenguaje se sirve de métodos no-empíricos (como experimentos mentales) para llegar a sus conclusiones.
[Blackburn, Simon W., «Philosophy of language» (en inglés), Encyclopædia Britannica Online, p. 1, consultado el 15 de junio de 2009]
En general, en la filosofía del lenguaje no se hace diferencia entre el lenguaje hablado, el escrito o cualquiera otra de sus manifestaciones, sino que se estudia aquello que es común a todas ellas.

La semántica es la parte de la filosofía del lenguaje (y de la lingüística) que se ocupa de la relación entre el lenguaje y el mundo.
[ Blackburn, Simon W., «philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009 ]

Algunos problemas que caen bajo este campo son el problema de la referencia, la naturaleza de los predicados, de la representación y de la verdad.
[Blackburn, Simon W., «Philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009 ]

En el Crátilo, Platón señaló que si la conexión entre las palabras y el mundo es arbitraria o convencional, entonces es difícil entender cómo el lenguaje puede permitir el conocimiento acerca del mundo.
[Blackburn, Simón W., «philosophy of language», Encyclopedia Britannica Online, consultado el 3 de diciembre de 2009]

Por ejemplo, es evidente que el nombre «Venus» pudo haber designado cualquier cosa, aparte del planeta Venus, y que el planeta Venus pudo haberse llamado de cualquier otra forma. Luego, cuando se dice que «Venus es más grande que Mercurio», la verdad de esta oración es convencional, porque depende de nuestras convenciones acerca de lo que significan «Venus», «Mercurio» y el resto de las palabras involucradas. En otro lenguaje, esas mismas palabras podrían, por alguna coincidencia, significar algo muy distinto y expresar algo falso. Sin embargo, aunque el significado de las palabras es convencional, una vez que se ha fijado su significado, parece que la verdad y la falsedad no dependen de convenciones, sino de cómo es el mundo. A este «fijar el significado» se lo suele llamar interpretación, y es uno de los temas centrales de la semántica.

Un problema ulterior en esta dirección es que si una interpretación se da en términos lingüísticos (por ejemplo: «Venus es el nombre del segundo planeta a partir del Sol»), entonces queda la duda de cómo deben interpretarse las palabras de la interpretación. Si se las interpreta por medio de nuevas palabras, entonces el problema resurge, y se hace visible una amenaza de regresión al infinito, de circularidad, o de corte arbitrario en el razonamiento (tal vez en palabras cuyo significado sea supuestamente autoevidente). Pero para algunos este problema invita a pensar en una forma de interpretación no lingüística, como por ejemplo el conductismo o la definición ostensiva.

La pragmática, por otra parte, es la parte de la filosofía del lenguaje que se ocupa de la relación entre los usuarios del lenguaje y el lenguaje. Algunas de las cuestiones centrales de la pragmática son la elucidación del proceso de aprendizaje del lenguaje, de las reglas y convenciones que hacen posible la comunicación, y la descripción de los muchos y variados usos que se le da al lenguaje, entre ellos: describir estados de cosas, preguntar, dar órdenes, contar chistes, traducir de un lenguaje a otro, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar, etc.
[Wittgenstein, Ludwig. «§23». Investigaciones filosóficas].



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